Que hay personas que te pueden arruinar la vida, no me cabe la más mínima duda, y jamás se sale ileso de las garras de un depredador/a, arrasan como un Tsunami, dejan heridas profundas, y el corazón vacío y lleno de nada.
Hace muy pocos días una mujer de mi población decidió quitarse la vida. El porqué, una persona toma tan drástica y dolorosa decisión, es algo que nos inquieta y nos perturba, y nunca podremos saber, cuanto sufrimiento llevaba como equipaje en su interior más profundo.
Pero, lo que realmente resulta inquietante y siniestro, es saber, como alguien se puede acercar a una persona que arrastra un manto de dolor físico o espiritual, y en vez de tenderle su mano, darle su apoyo y ayudarla a flotar, aprovecha su estado para utilizarla, siendo capaz de inventar palabras por conveniencia y fingir amar para acomodarse.
Hay tantos depredadores disfrazados de personas, mezquinos cuatreros, que ni saben amar ni construir, expertos estrategas de la manipulación, que poseen mentes crueles, y una existencia vacía y sin remordimientos... Y es que cuando el diablo te acaricia es señal de que quiere tu alma...